domingo, 29 de noviembre de 2009

La cata del loco (versión 14)


Un loco se ha escapado de un manicomio. En su deambular sin rumbo entra en un local. Se celebra allí un concurso de catadores de vino. Despavorido huye a través de un túnel. Agotado se sienta encima de una barrica. Perdido en un entramado de túneles, llora su desgracia. No volverá a ver la luz del día.

Allí estaban todos. Los reconoció por las batas blancas. Sobre la mesa tenían las botellas con la sangre que semanalmente le sacaban para analizarla, eso le decían. Y ahora, se la llevaban a la boca en copas de cristal. Le dio tiempo de contar hasta doce personas, todo hombres excepto una mujer.

Se preparó para morir. Había llegado el momento de ir junto a su padre. Pero antes escribió con tiza en un barril: “El que bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”. Año 0.

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